El río Túria bloqueado para que nadie se pueda bañar en él

Ante la insistencia de los vecinos de Riba-roja de Túria de no escuchar las advertencias para dejar de bañarse en el Túria, las autoridades han tenido que proceder al bloqueo del río. Aparentemente los vecinos y turistas que se encontraban en los alrededores habían encontrado en el río el «santo grial» del verano, una forma de refrescarse evitando la afluencia masiva de otros lugares.

Pero el boca a boca se fue extendiendo hasta el punto en el cual el río también sufrió el overbooking de otros lugares turísticos, a lo cual hay que añadir que no se trata precisamente de un lugar donde los visitantes estuvieran haciendo uso de las medidas de distanciamiento social.

El objetivo del bloqueo del río para que nadie se pueda bañar y que así deje de recibir visitantes se encuentra motivado por el interés general del país de evitar que se generen más infecciones y brotes de coronavirus. En un momento en el cual las cifras se están descontrolando cada vez más, es imperativo que los ciudadanos pongan de su parte para evitar que el problema siga creciendo. Pero ya sabemos que el río tira mucho y que hay momentos en los que no se pueden detener las ganas de darse un baño.

Uno de los problemas añadidos que han llevado a esta prohibición es que otras de las zonas por las que pasa el Túria han ido bloqueándose de forma progresiva. Las autoridades las van cerrando a medida que ven que el público se traslada de una a otra para continuar con sus visitas al río. Se insiste en que el problema es el desconocimiento de los bañistas, que no entienden que en un río con bajo caudal de agua existe un gran riesgo de que se transmita la infección y que el coronavirus llegue a más personas.

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