Los festivales de música se convierten en el lugar de moda para robar móviles

Lo que ha ocurrido en el Low Festival celebrado en Benidorm es una clara demostración de un problema que cada vez se está repitiendo más en todo el país. La Policía Nacional, que ya estaba al tanto de los riesgos que se podrían generar durante el evento, actuó de forma impecable y detuvo a ocho supuestos ladrones.

Sumando los teléfonos móviles que esas ocho personas teóricamente habían sustraído a lo largo del festival, la policía ha llegado a acumular un total de 37 terminales. Es muy posible que, de no haber intervenido a tiempo, la cantidad de teléfonos que hubieran sido robados fuera muy superior.

El festival ya se había marcado como posible punto crítico para distintos delitos, así que un grupo de agentes estaba desplazado a las inmediaciones del mismo con la intención de controlar y vigilar. Por ello, durante el evento mantuvieron los ojos muy abiertos para detectar conductas sospechosas.

En una en la que se fijaron con rapidez fue la de un grupo de siete personas que estaban actuando de una manera extraña y que aparentemente tenían entre manos algún tipo de plan o delito. Los policías ya estaban con la mosca detrás de la oreja, puesto que alrededor de diez personas se habían quejado sobre cómo les habían robado el móvil. Eso les hizo estar atentos y preguntar a los sospechosos acerca de lo que estaban haciendo o de sus intenciones en el festival.

Lo que primero apreciaron los agentes es que las respuestas de los sospechosos no cuadraban, lo que levantó todas las alarmas. Luego les hicieron una revisión superficial de la ropa y llegaron a encontrar, entre todos, más de 20 móviles. Al analizarlos se fijaron en que ya habían quitado las tarjetas SIM, por lo que estaban actuando con rapidez para que los propietarios no tuvieran oportunidad de recuperar sus dispositivos. Poco después algunas de las víctimas se acercaron y reconocieron sus móviles, lo que derivó en que se produjera la detención.

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