Las ciudades se preparan para adoptar nuevos carriles bici
El mundo está cambiando su forma de moverse. Los coches dejan paso al transporte público y a las bicicletas, que ganan espacio y protagonismo. Poco a poco las ciudades europeas quieren seguir un modelo más ecológico y sano para las personas tal y como ocurre en ciudades de Asia. En algunas zonas muy céntricas de ciudades como Valencia ya se están realizando obras para apoyar esta evolución. Un buen ejemplo se puede ver en avenidas como Pérez Galdós.
La filosofía en distintas zonas pasa por una serie de modificaciones en las estructuras y el diseño de las calles. Por ejemplo, los carriles para coche se van a reducir con la intención de abrir camino a los de bicicletas e incluso ofrecer más espacio a los peatones.
La iniciativa encaja con la toma de decisiones que se han tomado en otras ciudades españolas y en otros países. Los coches van a continuar teniendo un carril de una dirección, mientras que a su lado se establece un carril que puede estar ocupado por autobuses y taxis. Además de esto, es conveniente tener en cuenta que el carril destinado al transporte público también podrá estar ocupado por los ciclistas.
Eso sí, el ayuntamiento hace una advertencia importante: este carril extra para las bicis solo debe estar utilizado por aquellos ciclistas profesionales y adultos que tengan experiencia suficiente y capacidad para moverse con seguridad entre el transporte público. Esta es una buena manera de mantener el espacio de velocidad que tenían accesible los ciclistas cuando pedaleaban entre los coches, pero asegurando que el nivel de riesgo es mucho menor del que tenían a su alrededor con anterioridad. Además, eso sí, no hay que olvidar la advertencia de que solo lo utilicen expertos.
Al lado del carril para transporte público se encontrará otro espacio menor utilizado por todos los ciclistas y, a su lado, un mayor espacio para peatones. Así, las ciudades se adaptan a las necesidades de una nueva era.