La tragedia del desahucio en abierto que sufren muchas familias

Los desahucios de fecha abierta se han convertido, en poco tiempo, en uno de los grandes problemas que están viviendo muchos vecinos de Valencia. Y no se trata obligatoriamente de personas que deben dinero a los propietarios o que no pagan sus cuotas, sino que, principalmente, hay otros intereses en juego.

Hay muchos casos registrados de familias y personas individuales que se han encontrado con que un juez ha aprobado un desahucio de fecha abierta a favor de los propietarios. Propietarios que son, en su mayoría, fondos de inversión y grandes empresas que solo buscan tener acceso a esos pisos con la intención de alquilarlos por precios superiores o venderlos.

En algunos casos, los inquilinos tienen contratos firmados con los antiguos propietarios de las viviendas que, debido a la situación o a cualquier otro motivo, han decidido vender la casa o el piso. Los nuevos propietarios, los fondos de inversión, no quieren mantener a los inquilinos originales, por lo que ignoran cualquier tipo de petición e incluso no aceptan el pago de las mensualidades. Eso deriva en que se den motivos a los jueces para aprobar el desalojo de estas familias.

Son situaciones sin ningún tipo de moralidad ni de sentimiento. Hay familias con hijos en situación de pocos ingresos que se han visto obligadas a desalojar sus viviendas. Lo mismo ha ocurrido, en Valencia, con ancianos. Personas que deberían recibir un respeto se encuentran con un trato terrible en un momento de su vida en el que todo deberían ser facilidades para ellas.

El desahucio abierto significa que se da por aprobado el desalojo y la policía puede venir en cualquier momento y cambiar el bombín de la puerta sin previo aviso. Aprovechan, normalmente, cuando todos los miembros de la familia están fuera. En el interior se quedan todas las posesiones, y en el exterior, familias sin hogar.