Enviado a prisión un zapatero que trabajaba como podólogo

Está claro que, a la hora de hacer trabajos que no te corresponden, hay que andarse con mucho cuidado. Al menos, por supuesto, si esos trabajos afectan a la salud de las personas. Esto es lo que ha ocurrido con un zapatero de Valencia, que ha sido enviado a prisión 7 meses por haber trabajado como podólogo sin tener ningún tipo de titulación.

El zapatero, posiblemente empujado por la situación crítica en la que se encontraba su negocio, llevó a introducir nuevos servicios dentro de su tienda. Así, empezó a ofrecer a sus clientes un servicio de diagnósticos de patologías de pies que se complementaba con la producción de plantillas personalizadas para tratar los problemas que tuvieran sus pacientes.

Posiblemente, alguno de sus clientes no se encontró muy feliz con el servicio que recibió y llegó a denunciar lo que estaba ocurriendo. Las autoridades se pusieron manos a la obra para cazar al zapatero con las manos en la masa, así que enviaron a un infiltrado que acudiría con la intención de recibir uno de estos servicios de diagnóstico.

En su visita, el zapatero utilizó un pedígrafo para hacerle una pedigrafía y así tener la capacidad de hacerle una plantilla personalizada con la supuesta intención de resolver sus problemas con los pies. Se cerró la operación y el cliente hizo el pago de la misma. Luego las autoridades procedieron a la denuncia y el juez ha dictaminado que pase siete meses en prisión tras reconocer el procesado el delito que había cometido.

Dicen desde el Colegio de Podólogos que este es un caso habitual y algo contra lo que quieren enfrentarse de manera activa para que no siga ocurriendo. Recuerdan que hacer este tipo de prueba y servicio médico sin titulación puede acarrear consecuencias graves para la salud de los clientes que creen que el zapatero es, en realidad, un podólogo.

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