Asesinato de su mascota y violación de una menor: los perturbados de la cuarentena

Dicen muchos psicólogos y psiquiatras que un periodo de cuarentena como el que estamos viviendo saca lo peor de nosotros, pero también aquello que tenemos encerrado y que normalmente controlamos debido al estrés del día a día, del trabajo y de las responsabilidades. Algunos sucesos ocurridos en Valencia en las últimas horas nos confirman que sin duda hay mucho perturbado suelto, o como diría Ford Farlaine «Tanto gilipollas, y tan pocas balas».

La primera noticia que nos ha dejado estremecidos llega desde Gandia, donde un energúmeno se puso a lanzar objetos por la ventana de forma inexplicable. La policía se desplazó al lugar y negándose a abrir la puerta les dijo que se le había caído solo una cosa. Pero mientras daba explicaciones, el hombre (si se le puede denominar de esa manera) continuaba lanzando todo tipo de objetos desde la ventana de su vivienda, situada nada más y nada menos que en un quinto piso.

Entre lo que lanzó se encontró su mascota, que murió de forma inmediata cuando impactó contra el suelo o contra varios coches que mayoritariamente se llevaron todos los golpes de lo que estaba lanzando. Por las fuentes periodísticas que hemos leído, no ha trascendido el tipo de mascota de la que se trataba, pero en parte nos alegramos, dado que nadie quiere ponerle imagen a la idea de lo que ha podido ocurrir en el asesinato. La policía le ha detenido con cargos de maltrato animal, daños y atentado.

En la capital se ha producido otro suceso igual de abominable. En este caso un menor agredió sexualmente a su hermana adoptiva, con la que comparte hogar de acogida, pero ningún tipo de vínculo de sangre, lo que no quita que sea más delito y más terrible. La hermana tiene 13 años y el chico aprovechó cuando su madre de acogida se fue a hacer la compra. La chica llamó a la policía para denunciarlo y dijo que no era la primera vez que ocurría. Ahora el violador ha sido internado en un centro de menores.

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